TESOROS EN NUESTRA SELVA CENTRAL
Decenas de cientos de comunidades nativas siguen en el curso de este largo discurrir hidrográfico, infinidad de costumbres y vivencias en torno al sistema fluvial dan origen a interminables misterios hermosos que nos ofrece la naturaleza en la gran Rupa Rupa (Selva Alta). Entre las que más entronizadas se encuentran las comunidades indígenas de los Asháninkas, ejerciendo entre ellas una gran influencia la "Comunidad Nativa Marankiari Bajo", organización indígena autónoma de nivel local, con voz local auténtica, organizada en el trabajo autogestionario y progresista, ejerciendo su amplia trayectoria de liderazgo autónomo desde sus inicios en la parte del valle de Perené. "Marankiáaroni" es el nombre originario en el idioma Asháninka cuyo significado literal es "Territorio de las Serpientes", hoy adaptado al idioma Castellano "Marankiari Bajo". Actualmente son una comunidad promotora y pionera, relativamente es muy antigua antes y después de 1919, compuesto por 246 familias con una población de 2127 habitantes, estando asentado en la Selva Alta de Chanchamayo (Junín) a la margen derecha del hermoso Río Perené, Km. 26 de la carretera marginal central vía La Merced a Satipo. "Marankiari Bajo" es la segunda comunidad en ubicación geográfica, siendo puerta de entrada a la Amazonía Central del Perú, muy a pesar de los duros impactos recibidos siguen existiendo, además de tener nuevos impactos e incrementándose los nuevos cambios, intercambios, migración entre otros, que de alguna forma debilita las estructuras sociales de un gran pueblo guerrero pero hacen un gran esfuerzo con las familias unidas de continuar cada día en la reconstrucción de su propio destino con propuestas de alternativa de desarrollo autónomo.
Marankiari Bajo, es uno (1) de las más de 400 comunidades indígenas del Gran Pueblo Asháninka con una población aproximada de 78 mil habitantes, La autogestión en la práctica continúa siendo un rol importante y el trabajo en equipo en la sociedad indígena para lograr los propósitos de la comunidad, acompañados de la autovaloración, autoestima y la autoidentificación para garantizar su existencia. Es tiempo de valorar más nuestra identidad y los tesoros que nos ofrece la Selva Central, saber que muy cerca se encuentran nuestros hermanos que a base de tesón y sacrificio han llegado a ser actores del gran día: El Día de las Comunidades Nativas.
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