jueves, abril 10

LA “NUEVA LEY” DEL CONGRESO

Los sucesos ocurridos la semana pasada en nuestro Primer Poder del Estado – la ausencia del 61% de congresistas y el perdón de los delitos a un congresista- nos recuerda y hace pensar que vivimos en país donde fácil y formalmente se puede y se podrá exculpar a un violador, a un asesino o a un estafador que sin descaro y con total convicción pueda declararse culpable a mérito de manifestar que por inexperiencia realizó tales actos delincuenciales. Estamos asistiendo a un hecho por lo más corrupto e inmoral, que viniendo de una institución encargada de fiscalizar y emitir normas legales, sólo nos refiere que esta decisión adoptada no es otra cosa que una “nueva ley” de nuestros geniales otorongos. Una “ley” que exime de culpas y de sanciones a todo delincuente que por el simple hecho de pedir disculpas y aceptar sus delitos puede ser exonerado de pagar sus crímenes y seguir su vida muy feliz y normal (como el gran representante de Junín que ahora podrá seguir cuestionando y fiscalizando sin moral ni remordimientos).
Pero, es ejemplo para nuestros niños la tardanza, la falta y la vagancia?. Por qué si hablamos de este tema, de igual manera, el Congreso es la institución donde se cometen a diestra y siniestra estas faltas. Cuando nos referimos a Pleno del Congreso (del latín plenus que significa completo, lleno), nos referimos a los 120 parlamentarios elegidos, y aquel día de la elección de dos temas importantes solo estaban 47 de ellos (39%), nos preguntamos: Es justo que a esos 73 ausentes se les pague su sueldo total?, esas votaciones habrán estado amparadas en sí por el Pleno, es legal esto?. Habrá sido legal que el congresista Pando haya sido liberado gracias al ausentismo apro-fujimorista?
Pese a que la acusación planteada por la Comisión Permanente no contemplaba que las acciones del parlamentario configuraban, también, los delitos de Colusión y Peculado; era imprescindible para la lucha contra la corrupción que el Congreso de la República diera una señal inequívoca de compromiso y avalara el enjuiciamiento del legislador por el delito de Falsedad Genérica.
Se dio todo tan exacto, pese a que la ONA(Oficina Nacional Anticorrupción), precisara que los indicios de la responsabilidad de Ricardo Pando, además de los delitos mencionados y el reconocimiento que hiciera en la sesión plenaria, exigían una respuesta clara y contundente del Parlamento Nacional.
El hecho de no aprobar la denuncia constitucional contra el congresista Ricardo Pando sienta un peligroso precedente en el combate contra la corrupción y su impunidad en el Perú. De igual manera denota una inclinación machista de los congresistas, al haber sancionado a dos damas y perdonado a Pando (tal vez para demostrar que las mujeres son más corruptas?). Por ello, demandamos una inmediata rectificación del Congreso de la República y lamentamos la actitud de los congresistas que votaron en contra de la acusación, se abstuvieron o no participaron de la sesión. El congresista Pando debe recibir el mismo trato brindado a las parlamentarias Canchaya y Benites por la perpetración de un ilícito similar.