LEGISLACION , ECONOMIA Y PSICOLOGÍA TURÍSTICA
El turismo se presenta como una complejidad difícil de aprehender en forma total y única. Tal vez lo peor que podríamos hacer con él es simplificarlo, reducirlo a dos elementos mas: la Economía y la Psicología. Tal vez lo que invita a “disfrutarlo” sea precisamente sus contradicciones y responsabilidades, su carácter de “intervención social” que lo potencia como proceso de transformaciones culturales y económicas, atravesado por lucha de poderes (quien da más) y enmarcado en elecciones éticas y políticas. Desde el enfoque filosófico con que se presenta la actividad turística, complejizar sus posibles orientaciones y no reducirlas a un fenómeno estrictamente mercantil o sólo cultural o de placer y ocio resultan un buen punto de partida, ya que el turismo como práctica social se ve afectado por todo tipo de “atravesamientos” de tiempos, espacios, circunstancias históricas y cambios sociales. Su posicionamiento debe estar basado en una psicología turística que tenga presente: 1. El respeto, a nuestros visitantes, 2. La solidaridad intelectual , de aprender de los otros y contribuir a dar a conocer nuestra cultura y 3. La honestidad de reconocer y hacer conocer que todo cambio repentino en nuestros servicios en cuanto al costo es perjudicial, más para nosotros que para el turista. Debemos situarnos siempre en un ámbito neutral: entre los que llegan y los que están. Se necesita una nueva visión de la realidad, un paradigma, es decir una transformación fundamental de nuestro modo de pensar, de nuestro modo de percibir y de nuestro modo de valorar. Los viajes en general, y el turismo en particular, como fenómenos masivos, difícilmente podrían concebirse en la actualidad sin la existencia de empresas prestadoras de servicios turísticos. Estas empresas deben satisfacer acabadamente las necesidades de un consumidor cada vez más exigente, en un contexto caracterizado por un sistema hipercompetitivo, con interrelaciones de creciente complejidad y cambio acelerado. En dicho contexto se impone la necesidad de un manejo extremadamente profesional de la gestión empresarial; desde la concepción de la estrategia en forma genérica, como del desarrollo minucioso del marketing, sin descuidar los aspectos económicos y financieros (entre otros no menos importantes), a fin de alcanzar el nivel de competitividad necesario para desenvolverse en un mundo globalizado. Es preciso que las personas que asuman esta responsabilidad deben poseer la capacidad de analizar cada situación desde una perspectiva sistémica, global y transformadora, actuando en forma socialmente responsable y apuntando a un desarrollo regional sostenido. Tarea que hoy más que nunca les corresponde a la Municipalidad Provincial, INDECOPI, Cámara de Comercio, Dirección Regional de Turismo, entre otras, en forma consensuada.
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