martes, noviembre 7

UN CAMBIO RESPONSABLE, PORQUE TE AMO PERU

Otras fiestas patrias con sabor político, fiestas patrias de cambio de Gobierno, de esperanzas en que los que ahora toman la posta sabrán hacer las cosas mejores. Fiestas patrias que nos permiten pensar más que nada en nuestro futuro como país. No es tiempo de ataques ni afrentas contra nadie, sino de reflexión sobre el porqué de estas celebraciones; de cómo así se pudo concretar nuestra independencia, con personajes que si tenían convicciones políticas y sociales, mas no personales. Gente que añoraba con todo su ser nuestra libertad y, que no dudó en dar de si todos sus esfuerzos para conseguir sus objetivos cual es: PROCLAMAR LA PAZ Y LIBERTAD EN EL NUEVO MUNDO, EN LATINOAMÉRICA, EN EL PERU.
Hoy mas que nada, pensemos en que podemos revertir los pesimismos y las malas acciones, porque tanto descuido y deshonestidad con nuestra patria es culpa sólo de nosotros. El problema está en nosotros. Nosotros como pueblo. Nosotros como “materia prima” de un país. un país donde la viveza es la moneda que siempre es valorada tanto o más que el dólar. Un país donde hacerse rico de la noche a la mañana es una virtud más apreciada que formar una familia basada en valores y respeto a los demás, un país donde la gente se siente triunfal si adulteran algún documento a la hora de presentar sus declaraciones tributarias para no pagar o pagar menos impuestos. Un país donde la impuntualidad es un hábito. En donde los directivos de las empresas no generan capital humano. Donde no hay interés por la ecología, donde las personas tiran basura en las calles y luego se reclama al Gobierno por no dar limpieza pública. Un país donde no existe la cultura por la lectura y no hay conciencia ni memoria política, histórica, ni económica. Donde nuestros congresistas trabajan dos días al mes (y cobran todos los demás como altos ejecutivos) para aprobar una reforma fiscal al combustible que lo único que hace es hundir al que no tiene, fregar al que tiene poco y beneficiar sólo a unos cuantos. Un país donde su gente esta llena de faltas, pero que disfruta criticando a sus autoridades. Mientras más le digo rata a ese, mejor soy yo como persona, a pesar de que apenas ayer me consiguieron todas las preguntas del examen parcial de mañana. Mientras más le digo falso al otro, mejor soy yo como peruano o peruana, a pesar de que apenas esta mañana engañe a mi cliente a través de un fraude que me ayudó a pagar algunas deudas. No. No. No..¡ YA BASTA !!!!!
Como materia prima de un país, tenemos muchas cosas buenas pero nos falta mucho para ser los hombres y mujeres que nuestro país necesita. Esos defectos, esa sagacidad congénita, esa deshonestidad a pequeña escala que después crece y evoluciona hasta convertirse en casos de escándalo. Ahora, Alan García nuevamente presidente, él y toda su gente, pero con la misma materia prima defectuosa no podrá hacer nada! No tengo ninguna garantía de que alguien lo pueda hacer mejor, pero mientras nadie señale un camino destinado a erradicar primero los vicios que tenemos como pueblo, nadie servirá. Ni sirvió García, ni sirvió Fujimori, ni sirve Toledo, ni servirá el que venga. ¿O qué?, ¿Necesitamos alguien que nos haga cumplir la Ley con la fuerza y por medio del terror???Aquí hace falta otra cosa. Algo más que cacerolazos o cuetones. Y mientras esa otra cosa no empiece a surgir desde abajo hacia arriba, o desde arriba hacia abajo, o del centro para los lados, o como quieran, seguiremos igualmente condenados, igualmente estancados. Es muy sabroso ser peruano y vivir a la criolla, pero cuando esa peruanidad autóctona empieza a hacerle daño a nuestras posibilidades de desarrollo como Nación, ahí la cosa cambia...No esperemos encenderle una velita a todos los Santos, a ver si nos manda el Mesías. Nosotros tenemos que cambiar, ya que un nuevo presidente con los mismos peruanos no podrá hacer nada. Está muy claro... ¿qué no?...Somos nosotros los que tenemos que cambiar. Es la industria de la disculpa y la estupidez. Ahora, francamente decidamos buscar al responsable, no para castigarlo, sino para exigirle (Sí, exigirle) que mejore su comportamiento y que no se haga el desentendido. Estoy seguro que lo encontraremos cuando nos veamos en el espejo. Ahí esta! no necesitamos buscarlo en otro lado!. y tú... qué piensas?... necesitamos hacer conciencia... noo?

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