VOTO RESPONSABLE Y HONESTO: UNA UTOPÍA?

Estamos asistiendo en estos momentos post electorales y de gran expectativa, a una suerte de días con despertares violentos y confusos. Pareciera que recién tomáramos conciencia de haber despertado, de habernos enterado que alguien de quien no esperábamos, es hoy el futuro gobernante de nuestro pueblo o ciudad.
Reflexionamos y hacemos conjeturas de por qué le confiamos nuestro voto a ese personaje que con artilugios, mentiras y promesas nos sorprendió. Será ahora acaso capaz de hablar la verdad, de honrar nuestro voto y sudarla como siempre quisimos de toda autoridad que tuvo el mismo proceder anteriormente?. Personajes fatuos, amantes de la diatriba, de los dimes y diretes y de los diálogos incomprensibles y faltos de todo razonamiento lógico. No pedimos la pasividad, ni mucho menos el silencio que esconde la incompetencia y la impunidad, solo pedimos a los nuevos gobernantes que demuestren capacidad, honestidad, ética e integridad.
Principalmente que demuestren capacidad ellos y su equipo tanto administrativo como técnico, esa capacidad, traducida en el conjunto de condiciones que posibilitan a la persona para la realización de sus funciones y cumplimiento de sus objetivos y metas, en la aptitud legal para realizar actos válidos o para ser sujeto de derechos y obligaciones.
Desde ya ellos tienen que demostrar lo que con costosas publicidades nos prometían y convencían, tienen ahora que dejarse de banalidades y encontrar soluciones trascendentales y ciertas en beneficio de la población en general.
Ahora que no traten de sorprendernos trayendo gente de otros lugares, si aquí tenemos de sobra muy buenos profesionales, que conocen a fondo la idiosincrasia y realidad de nuestra región.
Por el bien de nosotros y también de ellos, es preciso que sus procederes tengan un horizonte al desarrollo y no a la búsqueda del sendero oscuro de mafias y desordenes de presupuestos. Nadie desea vacarlos pero en caso que su actuar venga en desmedro de los intereses del Estado y en beneficio propio, pienso que la colectividad debiera de cuestionarlos y denunciarlos tajantemente.
Debemos de pensar que nuestro voto fue responsable y honesto y no llevado de los pelos tratando de imitar a alguien o marcando por marcar sin importarnos luego que tipo de persona fue la que elegimos. Ojala hallamos acertado, por el bien de nosotros y nuestro hijos. (Publicado 10/11/2006)